
(mensajeroweb)
Situada en la región de San Isidro, Buenos Aires, su capilla del parque privado "Los Cipreses" es un resultado de todo lo aprendido en el oficio de construir y una experiencia de integración, pues cada detalle ha sido cuidadosamente estudiado por el artista. En sus vitrales Carlos Páez Vilaró plasmó un jardín donde pájaros, insectos, peces y corales pasan a fundirse bajo una constelación hirviente de estrellas fugaces, cometas, planetas, soles y lunas. Las aberturas están lejos del concepto del ventanal clásico y el piso fue pensado como una "alfombra-jardín" de cemento lustrado, donde la simplicidad del dibujo nace en flor y culmina en sol.
El artista quiso que la corteza de la capilla insinuara un nido de hornero y que los materiales fueran los más simples, desprovistos de la ostentación y el lujo.
Considerándose un pintor de la vida, le resultó difícil crear un templo para la muerte. Hacer una capilla era algo más que levantar una casa, modelar una escultura o pintar un cuadro. La obra nació de la forma de dos manos apretando una oración, abierta a todas las religiones, las razas, los idiomas, con sus torreones encuadrados por el paisaje y sus cúpulas acariciando el cielo.
(Gracias Taringa, me evitó la redacción!!!)
la visité hace unos días junto a mi amiga y colega Tamara Le Gorlois
El Karangetang ha comenzado a expulsar por su cráter nubes de gas y lava que ha descendido por sus laderas.
Las autoridades indonesias indicaron que están llevando a cabo la evacuación de los residentes que viven en las aldeas cercanas al volcán y apuntaron que hasta ese momento no disponían de información acerca de eventuales daños materiales o víctimas.
La montaña, de 1.784 metros de altura, ubicada en la isla de Siau (norte de las islas Célebes) ya entró en erupción el pasado agosto y causó la muerte de cuatro personas.
Indonesia está asentada en el denominado "Anillo de Fuego" del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.
La ciudad de Río de Janeiro fue fundada el 1 de marzo de 1565, por el militar portugués Estácio de Sá, con el nombre de São Sebastião do Rio de Janeiro (San Sebastián de Río de Enero). Durante siglos, el asentamiento se llamó São Sebastião, en lugar de la actualmente popular segunda mitad de su nombre. La ciudad fue fundada como una base desde la cual invadir el asentamiento francés, que finalmente se logró en 1567 y los franceses fueron expulsados.