Fiesta de fuegos en la nieve

Con un espectacular concierto de música, detonaciones y luces de mil colores que iluminaron el cerro Catedral, la Fiesta de la Nieve hizo su entrada triunfal para celebrar 40 años de amor por la montaña, la nieve y el invierno, y contagiar de emoción y compromiso a las generaciones viejas y nuevas, a visitantes y lugareños de este paraíso enclavado en cordillera que se llama Bariloche.
La ceremonia de apertura de la 40ª Fiesta Nacional de la Nieve se inició en la Plaza Amancay, con la llegada del Equipo de Demostradores de Esquí y la madrina de la fiesta, Valeria Mazza, portando la Bandera Nacional hasta el escenario donde el intendente, Marcelo Cascón, dio por inaugurada esta semana de festejos en un acto que acompañó con sus acordes la Banda de la Escuela Militar de Montaña.
Luego, vino la espera a que oscureciera, amenizada con el tradicional chocolate caliente a cargo de los miembros de Gendarmería Nacional y una agradable sorpresa: las voces del Coro Juvenil Municipal, con la dirección de Laura Esteves, en la terraza de Punto Base.
Y fue precisamente con la melodía de sus voces que la numerosa concurrencia disfrutó de la Bajada de Antorchas. Contemplar las llamas amarillas, pequeñas a la distancia, de 240 esquiadores (pertenecientes a la Asociación Argentina de Instructores de Esquí y Snowboard, AADIDES), descendiendo por Pista 6 en una gigantesca serpentina de fuego, mientras el coro entonaba "…toda la Tierra es sola alma…", fue sin duda un momento inolvidable, y más aún para los protagonistas, encabezados por Heini Kempel, quienes fueron recibidos en la Base con aplausos y el entusiasta griterío de la multitud, y una salva de fuegos artificiales.
Las fogatas improvisadas con dos centenares y medio de antorchas parecían ser un final de fiesta para el inicio del festejo, pero aún había más: 5, 10, 15, 20 minutos de fuegos artificiales que parecían brotar de la tierra como una cascada inagotable de luz, iluminaron la noche haciendo temblar la tierra.
(mensajeroweb)