En lugares de italia prohiben castillos de arena y besos

Se acabó el comer helado en la calle en la localidad siciliana de Trapani, en el balneario veneciano Eraclea está prohibido hacer hoyos en la playa o construir castillos de arena y en Lucca, Toscana, hay multas de hasta 500 euros (2.500 pesos) para quien dé comida a las palomas.

En Eboli, localidad de Campania, se multa a las parejas que se besen en un auto y en la famosa isla turística de Capri no se puede salir a la calle con sandalias de suela de madera por su tableteo.
Italia amenaza con convertirse en el país con algunas de las prohibiciones más sorprendentes, señala un informe de la agencia DPA que enumera una creciente cantidad de disposiciones de orden público dictadas por las autoridades italianas.
La montaña de prohibiciones ya incluye más de 150 "disposiciones locales" que afectan especialmente a los turistas en las playas y callejuelas de las pintorescas ciudades de Italia.
Los visitantes enfrentan prohibiciones y multas sobre todo en las localidades del norte, donde se quiere imponer el orden la agrupación populista de derecha Liga del Norte.
Pero las restricciones no se terminan allí, advierte, y subraya que en Eboli, "se multa con 500 euros a las parejas que se besen en un auto".
Algunas prohibiciones son más comprensibles, como la adoptada en Is Aruttas, Cerdeña, donde desterraron el fumar en público; o las que en otros puntos prohíben llevar a perros y gatos a la cancha o estimular que las palomas se conviertan en plaga.
En tanto que en Roma, sin llegar a estar prohibido, es mal visto comer el panino en la calle.
"Es el tercer verano que hay que evitar las prohibiciones, aunque a menudo nadie conoce las normativas", señala el diario turinés "La Stampa" y lamenta "que todo se prohíba".
El periódico hace una lista de las fantasiosas ocurrencias de alcaldes que se basan en una ley nacional del gobierno de Silvio Berlusconi de 2008 referida "a todo lo que afecte la seguridad y el orden público".
Como consecuencia de otras disposiciones adoptadas al amparo de esa ley, en Lerici, Liguria, nadie puede caminar por la calle en traje de baño o colgar toallas mojadas en su balcón.
En Pordenone, en el noreste, multan a las parejas que se pelean en público y en San Remo está prohibido hablar con prostitutas.
Sin embargo, en la playa Dante, en la zona de Ravenna, parece estar prohibido casi todo, según la periodista Flavia Amabile: "Nada de música fuerte entre 13:00 y 16:00, ni volantes publicitarios, prohibido tomar sol en topless y en los primeros 200 metros del Lido se puede caminar, pero no tirarse en la arena".
Ya nadie podrá llegar desprevenido y simplemente tirarse bajo el sol italiano.
Aunque frecuentemente no está claro qué cosa aún está permitida, no es posible confiar en la conocida laxitud italiana.
En la localidad lombarda de Gallarate un joven tuvo que pagar 500 euros por caminar a medianoche con una cerveza en la mano por el centro de la ciudad y en Brescia una mujer fue sancionada con una multa de 100 euros porque en una piazza se sentó en los escalones de un monumento histórico y estaba prohibido.