Cuando llegamos a la habitación del hotel en un viaje de vacaciones y vemos la TV, pensamos que jamás haremos uso de ella, con todo lo que tenemos planificado visitar en una ciudad, como San Fracisco! Parece un objeto decorativo. Durante la estadía la ignoramos por completo.
Pero todo llega. Un día volvimos agotadas, con mi amiga Adriana, después de una jornada de caminata por las calles empinadas, con paquetes y con pocas ganas de trasnochar, la ví y me tentó encenderla. Hice un poco de zapping, ya con idea de apagarla, me distraje por un momento y Adri seguía cambiando canales, cuando oí su voz...
Era él! me acomodé en la cama para verlo mejor, cómo me podía perder ese famoso show de Frank Sinatra con Liza Minelli y Sammy Davis Jr. que dio la vuelta al mundo durante 1989.
Fueron dos horas inimaginadas, cuánto talento junto! Las canciones que cantamos toda la vida, díalogos desopilantes entre los tres, un dominio de escenario como pocos.
Cuando terminó el show, fue tanta la felicidad, que me deslicé, me tapé bien, acomodé la almohada y me dormí tarareando Let me try again...
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