NUESTRO PAIS Y MAS...: Mi vértigo, la noche y sin monedas...

26/8/09

Mi vértigo, la noche y sin monedas...

La verdad es que decidimos la visita al Golden Gate un poco tarde, nos olvidamos que era Marzo y anochecía temprano. Tomamos un ómnibus que terminaba su recorrido justo en el puente.
Es una de las mayores atracciones de la ciudad de San Fracisco, aunque como vía de comunicación es más importante el Bay Bridge.
Fue construído entre 1933 y 1937, con una longitud de casi 1300 metros, y sostenido sobre dos torres de 227 metros de altura.
Al descender del ómnibus nos dirigimos a los miradores, esos que poniendo una moneda, nos acerca el paisaje a través de lentes de aumento, y junto a estos, placas con fotos que muestran diferentes momentos de la construcción, trozos de columnas cortadas transversalmente para poder ver el relleno de hierro del inerior y el local de souvenirs, infaltable en cualquier punto turístico de Estados Unidos.
Más de una vez habíamos escuchado decir que el puente se podía cruzar a pie o en bicicleta, y que ésta era la forma más divertida de conocerlo, llegando en el otro extremo a la localidad de Sausalito. Rápidamente mi amiga Adriana, comenzó la caminata, por el carril indicado, que es el que está pegado a la baranda de protección, para los vehículos hay tres carriles más en cada sentido, y se paga peaje.
Yo, mientras tanto, con mi vértigo a cuestas, me costaba la decisión, pero acepté. Si bien las barandas son bastante altas, cubren casi hasta los hombros, cuando se mira hacia abajo, se tiene conciencia de los 70 metros que nos separa del mar. A cada paso que daba, miraba mis pies sobre el piso de chapa, y veía que en la uniones de las láminas, había espacios por donde se veía el agua, allí abajo!!!
Intenté sobrellevarlo, pero llegué solamente hasta la mitad y retrocedí, esperando nuevamente en los miradores, sola porque ya no había turistas, a que mi amiga lograra el objetivo.
Volvió, ya anocheciendo, y pronto fuimos a tomar de regreso el omnibus, cuando buscamos las monedas para pagar el ticket, nos dimos cuenta que no teníamos más, estábamos en una zona suburbana y no teníamos a quién pedirle cambio. Ante el avance de la oscuridad, y a esta altura bastante temerosas, intentamos caminar hasta los puestos de peaje, pero era muy peligroso llegar, ya que era la hora pico del tránsito y el local de souvenirs había cerrado.
Y ahora? el ómnibus tarbaba en venir y las monedas no aparecían, vacíamos las carteras y los bolsillos, pero no llegábamos a la cantidad necesaria y sabíamos que con billetes no nos iban a dejar ascender, solamente nos restaba esperar y pedirle una solución al "driver".
Justo cuando llegó nuestro ansiado transporte, ya noche cerrada, llegaron también dos chicas orientales, no sé si vieron nuestra cara de pánico o qué, pero en cuanto les pedimos si nos podían cambiar billetes por monedas, accedieron y pudimos terminar esta visita, sentadas, relajadas y satisfechas, hasta llegar a nuestro hotel de la calle Market.

3 comentarios:

Javier Adán dijo...

miedo, miedo....y encima con viento

Elida de Diego dijo...

Ayyyyyyyyyyyyy Ale, cuántas aventuras has vivido !!!

Viagens Lacoste dijo...

Muy bonito :)