NUESTRO PAIS Y MAS...: Humahuaca II: Despedida solidaria

18/3/10

Humahuaca II: Despedida solidaria

El sol de la tarde fue muy intenso y la última parte de la visita guiada la hicimos buscando los únicos lugarcitos que encontrábamos con sombra, teniendo en cuenta que recién habíamos almorzado y que el grupo se conformaba por gente mayor.

Paseamos un rato más por las calles de Humahuaca, yo, personalmente volví a la plaza para tomar la foto a esta niña dándole el biberón a su cabrita Ya está acostumbrada a las fotos, sabe ponerse "en pose" y espera el click.
Cuando me iba, me dijo: "son $ 2.- para la leche" ah, bueno, no me dí cuenta que era un negocio!!!
Cuando la gente de ADOJUM (Asociación de Docentes Jubilados Municipales) comenzó a planificar este viaje, sabía de la posibilidad de llevar alguna donación para la gente más necesitada de la zona. Por eso, juntaron entre todos ropa y libros en bolsas y cajas. Pero como la idea era de que todo llegara a destinatarios reales, esperaron esta ocasión para entregarlas. Cuando llegamos a Humahuaca le preguntaron a nuestro guía local Oscar, a qué persona o institución se le podía dejar y él durante nuestra visita a la ciudad llamó a su prima que es maestra de la escuela de Coctaca.
Al salir de la ciudad nos esperaba en la ruta esta señora y lo primero que le preguntamos fue: qué es Coctaca?
Es un pequeño pueblo que dista 10 km de Humahuaca por camino de tierra, formado por alrededor de 300 familias. Se caracteriza por sus antiguas terrazas de cultivo y cuenta con una escuela primara a la que asisten 70 alumnos de diferentes edades.
Nos miramos asintiendo que era una buena idea dejar las donaciones a esta institución y fue así como en un acto tan generoso como emotivo las "abuelas docentes" hicieron "pasamano" para dejar su regalo a esta escuelita.
Entre aplausos y alguna que otra lágrima, nos despedimos de Humahuaca con la felicidad de la labor cumplida.
Oscar, por su parte como despedida, nos recitó un poema de Fortunato Ramos (escritor humahuaqueño)
"NO TE RIAS DE UN COLLA"
No te rías de un colla que bajó del cerro,
que dejó sus cabras, sus ovejas tiernas, sus habales yertos;
no te rías de un colla, si lo ves callado,
si lo ves zopenco, si lo ves dormido.

No te rías de un colla, si al cruzar la calle
lo ves correteando igual que una llama, igual que un guanaco,
asustao el runa como asno bien chúcaro,
poncho con sombrero, debajo del brazo.

No sobres al colla, si un día de sol
lo ves abrigado con ropa de lana, transpirando entero;
ten presente, amigo, que él vino del cerro, donde hay mucho frío,
donde el viento helado rajeteó sus manos y partió su callo.

No te rías de un colla, si lo ves comiendo
su mote cocido, su carne de avío,
allá, en una plaza, sobre una vereda, o cerca del río;
menos si lo ves coquiando por su Pachamama.

Él bajó del cerro a vender sus cueros,
a vender su lana, a comprar azúcar, a llevar su harina;
y es tan precavido, que trajo su plata,
y hasta su comida, y no te pide nada.

No te rías de un colla que está en la frontera
pa'l lao de La Quiaca o allá en las alturas del Abra del Zenta;
ten presente, amigo, que él será el primero en parar las patas
cuando alguien se atreva a violar la Patria.

No te burles de un colla, que si vas pa'l cerro,
te abrirá las puertas de su triste casa,
tomarás su chicha, te dará su poncho, y junto a sus guaguas,
comerás un tulpo y a cambio de nada.

No te rías de un colla que busca el silencio,
que en medio de lajas cultiva sus habas
y allá, en las alturas, en donde no hay nada,
¡así sobrevive con su Pachamama!

Próxima parada: Maimará

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