NUESTRO PAIS Y MAS...: Una historia real en Buenos Aires

16/8/09

Una historia real en Buenos Aires

Tomás esa noche estaba solo, trabajando en su taxi, había pasado el tiempo y no se dió cuenta que ya la ciudad estaba silenciosa y no encontraría clientes, faltaban diez minutos para terminar el año, apagó la luz de la bandera y buscó un lugar donde cenar, o en realidad, donde pasar ese momento acompañado para no pensar...
Recorrió algunas calles del centro y al llegar a Sanchez de Bustamente y Humahuaca, pudo distinguir mesas ocupadas en la vereda, bajó aliviado del auto y se sentó en la única mesa libre.
El mozo se acercó, como ya era tarde y no tenia mucha variedad de comidas le ofreció lo que estaban comiendo el resto de los comensales: asado. Aceptó y le indicaron donde él mismo podría servirse la bebida que deseara, ya era la hora cero, comenzó el brindis, y lo participaron en el "choque de copas".
Luego de una hora y dispuesto a seguir con su tarea, pidió la cuenta a lo que el mozo respondió sonriendo: "No me debe nada, esta es una fiesta familiar".
Tomás no podía entender su actitud equivocada (o no), sorprendido y emocionado, le agradeció y se fue.
Luego de un mes, pasó por el restaurante para explicarle al mozo (o dueño del lugar?) lo que tal vez no tenía explicación, pero la esquina ya estaba tapiada y poco tiempo después, en ese lugar, se construía un nuevo edificio. Hoy recuerda con la misma emoción que aquel 31 de Diciembre no estuvo solo.

2 comentarios:

Carolina dijo...

Qué lindo texto, Ale, con melancolía porteña y tanguera. ¡felicitaciones!

Carolina

Susana de Argentina dijo...

esto describe mas que perfectamente al "ser" Argentino!
hermosa Ale!